La Marina de Estados Unidos ha creado un arma no letal diseñada para enmudecer a cualquier persona usando el sonido de su propia voz
El Ejército de Estados Unidos ha creado y patentado un arma capaz crear tal confusión mental que, si sufres sus efectos, te enmudecerá casi al instante y hasta te hará parecer un loco.
El sistema se llama AHAD y, aunque no es letal, es definitivamente capaz de incapacitar a un enemigo. De hecho, solo puede usarse a nivel individual, apuntando a cualquier persona que esté hablando. El sistema AHAD — las siglas de Acoustic Hailing And Disruption que se podría traducir por “bombardeo y disrupción acústica” — está aparentemente basado en un invento llamado SpeechJammer, creado por Kazutaka Kurihara y Koji Tsukada y publicado en ArXiv en 2012. De hecho, la patente publicada por la oficina de patentes y marcas de Estados Unidos, incluye este video ilustrativo realizado por Kurihara y Tsukada.
El aparato de la Marina estadounidense es capaz de capturar la voz de un individuo — por ejemplo, y con ánimo de dar ideas, un conferencista en un mitin — y devolverla exclusivamente al oído de esa misma persona con un retardo de “varios cientos de milisegundos”. Nuestro cerebro está calibrado para escuchar nuestra propia voz con un retraso insignificante, pero, al introducir una segunda señal de retorno con más retraso del habitual, la confusión producida en el cerebro es tal que no puede seguir pensando mientras intenta procesar su propia voz. El efecto desorienta de tal manera que hace que cualquiera se calle casi inmediatamente.
Para conseguirlo, AHAD utiliza un micrófono direccional capaz de recoger la voz del objetivo con claridad, con solo apuntar a su cabeza desde una larga distancia. Una vez capturada, la electrónica procesa el audio y lo reenvía con el retraso que causa la confusión utilizando un altavoz también direccional. Según la patente, solo el objetivo del AHAD podrá escuchar su voz retrasada.
AHAD es una de las armas no letales de los militares norteamericanos, pero al contrario que otros sistemas, no ocasiona dolor ni tiene secuelas. Un ejemplo de arma acústica no letal pero con efectos definitivamente nocivos es el LRAD (Long Range Acoustic Device o dispositivo acústico de largo alcance), un sistema que emite sonido de alta potencia que puede de ocasionar un dolor tan agudo que es capaz de dispersar cualquier grupo de enemigos. Los efectos del LRAD son tan intensos que las personas tienen migrañas hasta una semana después de ser expuestos a sus ondas de audio.
El efecto del AHAD desaparece al instante en cuanto la persona deja de hablar. Pero si intenta hilar más de un par de palabras seguidas, volverá a pararla en seco. El efecto es tan desorientador, dice la patente, que hace que el objetivo crea que se está volviendo loco. Cualquier persona que sea testigo del efecto también se quedaría estupefacta ante la reacción del orador, pero nunca sabría qué está pasando.
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