Hoy, en medio de la celebración del Día Mundial de la Audición, la Universidad Manuela Beltrán revela un estudio que asegura que las estaciones de Transmilenio son algunos de los lugares con mayor contaminación auditiva en la capital del país..

La investigación se dividió en dos etapas. La primera se trató de un sondeo sobre la percepción del ruido que hay en las troncales, a través de una encuesta fonoaudiológica. La segunda fue un monitoreo del nivel de ruido en algunas estaciones del sistema. 

En total, se entrevistó a 440 personas, entre los 16 y 76 años, que frecuentemente utilizan Transmilenio y quienes fueron seleccionados de manera aleatoria, en 33 estaciones. Los resultados no fueron los más alentadores: el 90% de los usuarios percibe alto nivel de ruido y el 86% de ellos considera que este ruido que produce los buses es molesto para sus oídos, un porcentaje muy alto si se tiene en cuenta que el 61% de ellos permanecen cerca de tres horas diarias en este medio de transporte. 

Los encuestados afirmaron que como consecuencia del ruido tienen varias secuelas en su estado de salud: el 65% dicen que tienen dolor de cabeza, el 82% sienten estrés por el ruido, el 20% otalgia (dolor de oído) luego de bajarse del transporte y el 34% acufenos (zumbidos o pitos en los oídos).

Entre las particularidades de la investigación está que, para evitar estas molestias del ruido, el 62% de este grupo de ciudadanos ha optado por aislarse con sus dispositivos electrónicos: se ponen los audífonos y suben el volumen, lo que también causa un deterioro en la salud auditiva.

Otra cifra que también llamó la atención es que el 82% perciben que el ruido aumenta los conflictos comunicativos en las estaciones y articulados. De hecho, el 80% de los usuarios reportados dijo que debe subir la voz si quiere entablar una conversación con su acompañante, lo que también produce molestias en la salud vocal. Dicho fenómeno es conocido como el reflejo cocleo-fonatorio, el cual hace que una persona aumente la voz a medida que aumenta el ruido externo.

Asimismo, el estudio reveló que “el 88% ha presenciado agresiones verbales y no verbales producidas por el estrés que se genera y otros factores asociados, como el tiempo de espera, la falta de ventilación y la reducción en el espacio”. 

Estaciones con más ruido 

En la segunda etapa, que medía los niveles de ruido en el sistema de Transmilenio, se determinó que la estación que más ruido presenta es Escuela Militar, de la troncal de la calle 80, con 93,4 dB; seguida de Marly, perteneciente a la troncal de la Caracas, con 88,2 dB y, por último, Restrepo, de la troncal Caracas Sur, con 83,5 dB (ver ranking arriba). 

La mayoría del ruido proviene de los buses. Sin embargo, se determinó que por el material con el que están construidos los vagones, “generan un ruido permanente por el uso de tacones, inestabilidad en el suelo y la reverberación generada por el tránsito de multitudes que en su mayoría se desplazan a alta velocidad”, según el estudio. 

Para los investigadores, con este estudio se pretende conocer cuál es el impacto del ruido que genera el sistema, no solo de los buses, sino de todos sus componentes. Y detallar cómo va la ciudad en esta problemática para empezar a mostrar la importancia de los programas de salud auditiva, que podrían minimizar o prever el ruido: “Esta valiosa capacidad se encuentra en nuestros días amenazada por el ruido y sonido de alta intensidad producido en las grandes ciudades a nivel recreativo, de trabajo y tránsito vehicular particular y público, lo que es un factor desencadenante de daños en la audición, los que son progresivos e irreversibles”.

 Fuente: EL Espectador