Hasta ahora entendíamos por maridaje la combinación ideal entre un tipo de comida y el vino.

Pero un estudio pionero de la Universitat Politècnica de València está intentando ampliar este concepto, incluyendo también la música. En concreto, están intentando establecer la relación entre distintos palos del flamenco y el sabor percibido del mismo vino.

El estudio lleva por título Los sonidos del vino. Y según Mariano Alcañiz, director del instituto investigador LabLENI-I3B de la Universidad Politécnica, “estamos sin duda ante un proyecto innovador, ya que permite profundizar en el impacto que sobre la percepción del sabor tienen determinados factores ambientales, en este caso el sonido musical”. Alcañiz remarca que “el estudio apunta resultados interesantes para tratar de descifrar de qué manera el cerebro crea el sentido del gusto; cómo recoge la información que proviene de los sentidos para que, junto a nuestra memoria y las experiencias previas, se pueda generar el mencionado sentido del gusto”.

La investigación consta de dos fases: la primera, que ahora finaliza, es una cata a ciegas en una inmersión acústica de diferentes escenarios sonoros, que se ha realizado con dos muestras, un grupo de sumilleres y un grupo de músicos profesionales. En la segunda parte del estudio, la cata a ciegas se realizará con voluntarios sin formación enológica, y también con diferentes escenarios sonoros preestablecidos.

Para obtener los datos, además de cuestionarios de propiedades del sabor, calidad de la experiencia, música y cualidades estéticas percibidas, se ha utilizado instrumentos como electroencefalogramas de frecuencia cardiaca y el software más reciente de medición.

Fuente: Levante