El Instituto Nacional de Sordera y otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD) realizó la investigación.
Diversos estudios habían confirmado que el cisplatino, medicamento que se utiliza en los tratamientos con quimioterapia, aumentaba el riesgo de pérdida de audición en pacientes con cáncer. Ahora, una nueva investigación liderada por el Instituto Nacional de Sordera y otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, en sus siglas en inglés) ha dado un paso más. Y es que han descubierto que aunque el cisplatino se elimina días o semanas después de recibir el tratamiento en la mayoría de partes del cuerpo, el medicamento permanece mucho más tiempo en el oído interno (en la foto vemos en verde la presencia de este fármaco).
En una investigación previa se centraron en saber por qué el oído interno es más sensible que otras regiones al daño inducido por cisplatino y desarrollaron un modelo de ratón que simulaba la pérdida de audición inducida por la quimioterapia. Al observar ahora el tejido del oído interno de los animales después del primer, segundo y tercer tratamiento con este medicamento, los investigadores comprobaron que éste permanecía mucho más tiempo que en otros tejidos, e incluso se iba acumulando con sucesivos tratamientos.
La investigación también ha servido para confirmar que esta peligrosa acumulación de cisplatino es más elevada en niños que en adultos.
Lisa Cunningham, coautora del estudio, reconoce que “nuestros hallazgos sugieren que si podemos evitar que el cisplatino se introduzca en esta parte del oído durante el tratamiento podremos proteger a los pacientes con cáncer de una pérdida de audición posterior”.
Fuente: Crónica de Cantabria