Proyecto que combina arte y solidaridad.
Japón es un país que en el plano tecnológico avanza a pasos agigantados. El tren que levita magnéticamente y los mini-autos que lo hacen con nitrógeno líquido son solo un ejemplo. Ahora, tras el tsunami que devastó la prefectura de Miyagi durante el 2011, un grupo de arquitectos creó Ark Nova, una espectacular sala de conciertos móvil que se infla en solo dos horas y que ya está instalada frente a la bahía de Matsushima: según la tradición nipona, uno de los paisajes más hermosos del país.
Con la idea de acercar la música a zonas dañadas que, desde el terremoto, no poseen la infraestructura necesaria para poder organizar espectáculos, la agencia japonesa Kajimoto pensó en este anfiteatro nómade como una posible solución. Finalmente, con el asesoramiento del comité organizador del Festival de Lucerna en Suiza, lo diseñaron y construyeron el escultor británico-hindú Anish Kapoor y el arquitecto japonés Arata Isozaki.
La estructura tiene una forma oval que, según explican sus diseñadores, es la del arca que construyó Noé y sirvió como espacio de protección para las especies que habitaban la tierra y debían salvarse del gran diluvio. Además, este diseño ayuda a que el espectador tenga una excelente visión del show sin importar su ubicación o ángulo.
En cuanto al sonido, las condiciones acústicas de la sala fueron estudiadas por Yasuhisa Toyota, que ha liderado más de 50 proyectos relacionados con sonido alrededor del mundo, incluyendo el Walt Disney Concert Hall.
La sala de conciertos inflable y móvil fue fabricada con un material recubierto de poliéster, una membrana púrpura translucida. Mide 18 metros de altura y 35 de ancho que permiten acomodar entre 500 y 700 personas en asientos construidos con la madera de los árboles caídos que encontraron en una de las regiones más dañadas por el tsunami.
“Es una simbiosis de arquitectura, diseño, obras de teatro y música clásica, como también educación musical”, explicó el director ejecutivo y artístico del Festival de Lucerna.
Así, con el propósito de llevar música y arte a las víctimas de la catástrofe del 2011, el anfiteatro ofrecerá un programa de jazz, danza, proyectos de arte multimedia de distintos artistas internacionales y servirá también como lugar de encuentro social para la población japonesa.
El primer programa ha desarrollar en esta sala empezó el viernes 27 de septiembre y se extiende hasta el 14 de octubre con, entre otras, la actuación de la Orquesta Filarmónica de Sendai.
Fuente: Discovery